2013
Director: Ron Howard.
Guión: Peter Morgan.
Actores: Daniel Brühl, Chris Hemsworth, Olivia Wilde, Alexandra Maria Lara, Pierfrancesco Favino.
¿Por qué? Me ha costado sentarme a ver esta película porque hace tiempo que dejó de interesarme el mundo de la Fórmula 1 y, ya de paso, el espectáculo del deporte profesional. Pero bueno, Ron Howard es un conocido de toda la vida, su cara de adolescente pecoso se hizo familiar en una serie de televisión de los años 50. Su carrera desde entonces ha sido impresionante. No tiene grandes películas pero se ha convertido en uno de los directores más seguros de la industria; Cocoon, Apollo 13, El Código DaVinci…
¿De qué? La trayectoria de los corredores Nicky Lauda y James Hunt está ligada casi desde sus principios en la Fórmula 3. Ambos tienen caracteres diametralmente opuestos. Lauda es metódico, serio e impopular y Hunt es carismático y temperamental. Cada uno de ellos es un obstáculo para el otro en su carrera hacia el Campeonato Mundial de la Fórmula 1.
¿Merece la pena? Hay otros corredores en el circuito de la Fórmula 1 pero solo son un trasfondo, la cámara de Howard solo se interesa por Lauda y Hunt. Suelo quejarme de las películas que, como esta, se centran tanto en una sola historia, sin personajes de reparto, sin trasfondo, pero en este caso tengo que retractarme. La historia de estos dos corredores vanidosos basta para sostener la película. Me ha sorprendido el buen gusto de la producción. Aunque dispone de suficientes medios no se empeña en ser grandiosa sino en dar el ambiente de la época a través de planos relativamente sencillos pero cuidados hasta el último detalle y un acertado tratamiento de la imagen. Incluso me parece apreciar aberraciones cromáticas típicas de las lentes de la época. Lo cierto es que me ha parecido una de las mejores realizaciones de Ron Howard, un conjunto coherente de ambientes y montaje vibrante. La publicidad muestra más al guapo Chris Hemsworth que a Daniel Brühl pero ambos están soberbios en sus personajes por razones distintas. En el caso de Bruhl hace una composición compleja imitando el aspecto y el acento austriaco de Lauda. El personaje de Hemsworth es, aparentemente, más arquetípico pero evoluciona a lo largo de la historia para llenarse de humanidad. Un nuevo Brad Pitt. Es, además, un logro del guionista Peter Morgan. No esperaba tanto. En este caso, al disfrute se le añade la sorpresa.
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