2012
Director: Guilles Bourdos.
Guionista: Gilles Bourdos y Jérôme Tonnerre (según una obra de Jacques Renoir)
Fotografía: Mark Ping Bing Lee
Actores: Vincent Rottiers, Christa Theret, Michel Bouquet.
¿Por qué hablo de ella? Expresionismo, fauvismo, ingenuismo, puntillismo… los movimientos pictóricos del Siglo XX perdurarán o serán olvidados pero el impresionismo ya está consagrado. Esto es, al menos, lo que me enseñó uno de mis profesores de Arte favoritos. Tampoco es seguro que Auguste Renoir fuera el mejor de los impresionistas pero es, seguramente, el más famoso y caracterizado. Junto a él, su hijo Jean Renoir, uno de los autores más humanistas del cine francés ¿Quien puede resistirse a esta combinación? Un gran pintor y un gran cineasta hablando de sus cosas en una pausa de la Primera Gran Guerra europea.
¿De qué? No pasa realmente nada, o muy poco. El hijo de la familia Renoir, Jean, vuelve a casa para recuperarse de una herida, enfermo y desorientado por lo que ha vivido en la Primera Gran Guerra. El padre de familia, Auguste, padece de otra enfermedad aún más difícil de curar, vejez. Hay también una hermosa joven que posa para el pintor y que se convertirá en la primera esposa de Jean. Paseos, conversaciones, imágenes de la campiña de Cagnes y una discreta historia de amor.
¿Merece la pena? Como he dicho, no pasa realmente nada, se trata de una película reflexiva y contemplativa. No todo el mundo tiene este temperamento pero, para quien disfrute de la belleza hay mucho que ver. Es el tipo de belleza estética, blanda, postal, que despierta la suspicacia de los críticos. Sin embargo, en esta película resulta perfectamente apropiado. Yo creo que Renoir se hubiera visto reconocido en el tratamiento de imagen.
En cuanto a Jean Renoir, el cineasta, yo creo que le hubiera gustado contar con este equipo de fotografía para hacer su «Déjeuner sur l’herbe«. Los diálogos, como no podía ser menos en una producción de esta calidad, están muy cuidados, reflejando la mentalidad y las ideas de la época. El personaje central es, en realidad, el hijo Jean Renoir, un joven sensible ante el que se abre una vida de Amor y belleza de la que no puede disfrutar sabiendo que sus compañeros han quedado muriendo en el frente. No conocía a Vincent Rottiers pero es un joven con gran presencia ante las cámaras, muy capaz de cargar el peso de la película. Se trata de una película cultural, de una película francesa. Un retrato impresionista de varios personajes cogidos en un momento de su vida, ni siquiera demasiado significativo. Yo creo que gustará a los amantes del arte y la cultura. Lo que no sé es si quedan muchos espectadores de cine de esta especie.
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