cartel-Infancia-Clandestina

2013
Director: Benjamin Ávila.
Guión: Benjamin Ávila y Marcelo Muller.
Actores: Teo Gutiérrez Moreno, Ernesto Alterio, Natalia Oreiro, César Troncoso y Violeta Palukas.

¿Por qué? Empiezo a tener mis reservas con el cine argentino, se parece demasiado al cine español del primer periodo democrático.  Ambos paises han salido de dictaduras militares y sus primeras películas libres han sido intensos dramas, lacrimógenos ajustes de cuentas con el pasado.  Pero bueno, las crónicas dicen que esta película consiguió conmover al curtido público del Festival de Cannes, una ovación de 20 minutos al final de la proyección.  También empiezo a tener mis reservas con las informaciones periodísticas pero he decidido verla.

¿De qué? Los padres de Juan son activistas de un grupo llamado Montoneros que lucha contra la cruel dictadura del General Videla en Argentina.  En un momento dado, toda la familia regresa al país y se instala en un fábrica de Maní con chocolate para llevar una vida que es a un tiempo familiar y clandestina.  Su hermana-bebé, el Tío Beto (interpretado por Ernesto Alterio) y una niña a la que Juan quiere conquistar son los otros elementos de esta historia.

¿Merece la pena?  Esta película es exactamente eso, un arreglo de cuentas con el pasado, una historia secreta que llevaba años en un cajón esperando ser contada.  La historia de los activistas clandestinos que lucharon, y murieron, contra la cruel dictadura argentina.   Al igual que ya ocurriera con los maquis españoles, con la resistencia francesa, o con los comunistas de la  Alemania nazi. Lógicamente, todas estas historias pasan desapercibidas en su tiempo y son conocidas años después.  La dictadura argentina  es aún más aterradora que la de nuestro «querido»Francisco Franco.  A Franco se le acusa de firmar con frialdad las sentencias de muerte pero no de «desaparecer» a los adversarios, si acaso, de denigrarlos un poco para justificar su ejecución. Tampoco parece que fuera tan aficionado a la tortura como sus colegas argentinos, ni -salvo excepciones- a robar los hijos de sus víctimas.  Enfin, mis reservas son ciertas, estamos ante una película nostalgica y algo llorona, pero no tanto como pudo haber sido.  También está bien hecha y ambientada en lo que importa.  Quiero decir que no emplea grandes medios de producción pero explica muy bien aquel tipo de vida y la mentalidad de sus gentes.  Los guionistas demuestran saber de qué están hablando. Ernesto Alterio se lleva el papel más lucido, el Tio «enrollao» que orienta a Juan en su busca del Amor.  Es otra de las razones para la simpatía por esta película, se trata de una historia de maduración.  De un niño que se hace mayor en circustancias difíciles.  Esto explica, seguramente, los aplausos en el Festival de Cannes.  El tipo de aplausos de ánimo, de aprobación, que se dan a la víctima por haber sido capaz de contar su historia.


Críticas en Rottentomatoes.

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