2008-2013
Guionista: Vince Guilligan.
Actores: Brian Cranston, Aaron Paul, Anna Gunn, Dean Norris, Betsy Brandt, RJ Mitte, Bob Odenkirk, Jonathan Banks, Guiancarlo Esposito.
¿Por qué? Cine y televisión se han repartido sus papeles en el pasado. En los años 80 se decía que la televisión buscaba historias relacionadas con la actualidad y el cine buscaba héroes que pudieran ser interpretados por las grandes estrellas del momento y que eran, en última instancia, los que atraían a los espectadores a las salas. Eran los tiempos de Paul Newman, Robert Redford, Steve McQueen… y, más tarde, Bruce Willis, Julia Roberts, o Richard Gere. Hoy las estrellas han perdido algo de peso, sus personajes son más estereotipados y actúan rodeadas de grandes efectos especiales. Lo que de veras importa, las buenas historias, los personajes complejos y los conflictos morales se han pasado a las series de televisión. Pero ¡ojo! las series DE PAGO de la televisión estadounidense.
Sin embargo, ya no soy joven y no puedo estar al día de todo lo que se hace, veo pocas y no hablo de ellas en este blog. Pero con Breaking Bad voy a hacer una excepción.
¿De qué? Walter White es un hombre normal que decide pasar al otro lado de la ley explotando sus conocimientos de química para producir metaanfetaminas ¿la razón? Le han detectado un cáncer de pulmón. Necesita dinero imperiosamente para dejar arreglada la situación de su familia y pagar los costes de sus tratamientos médicos. Además, Walter es un hombre muy preparado y desperdiciaba su talento intentando enseñar la Química a jóvenes embrutecidos. El otro personaje de esta historia es su socio, Jesse Pinkman, uno de esos alumnos embrutecidos cuya única aportación al negocio iba a ser su conocimiento del negocio de las drogas. Sin embargo, según leo, este actor episódico sorprendió a los productores de la serie por su naturalidad, por lo bien que complementaba al personaje principal. De ahí que lo mantuvieran durante toda la serie.
¿Merece la pena? Me ratifico en lo que dije. No me siento capaz de estar al día de lo que se hace en la televisión pero, por lo que he visto, no dudo que tiene una gran calidad. Seamos claros, lo único que de verdad importa en el cine son los guiones, las buenas historias. Lo demás, la belleza de los actores, los efectos especiales, el vestuario, la música y la decoración no son más que un soporte. Es difícil disociar a una estrella de cine con una personalidad pública muy marcada del personaje que representa en tal o cual película. Sin embargo, los actores de la televisión son desconocidos y es más fácil confundirlos con sus personajes. En este sentido es cierto, lo mejor del cine actual se hace para la televisión.
Para aliviar un poco la dureza de esta afirmación diré también que la televisión tiene la mala costumbre de quemar todo lo que en ella tiene éxito. Algunas series se prolongan artificialmente durante demasiadas temporadas pero Breaking Bad ha sido bastante consistente y ha terminado definitivamente al final de la quinta.
Otro factor común de estas series es la ambigüedad moral de sus protagonistas que traspasan, con frecuencia, la frontera de la maldad (Los Soprano, Boardwalk Empire, The Wire, Dexter). En este caso, el actor Brian Cranston, ha sabido mantener un difícil equilibrio, una especie de maldad muy humana. Un reto muy difícil en que otros actores no han llegado tan lejos (estoy pensando en Michael C. Hall, Dexter). Pensando en el episodio final de la serie tengo que reconocer que se tomaba algunas licencias. Quiero decir que vi el episodio sin pestañear pero contenía algunas inverosimilitudes que quise pasar por alto. A estas alturas de la serie, nos hemos enganchado tanto a sus personajes que apenas nos importa.
Estas son las series que he visto en un momento dado: Dexter, The Walking Dead, Homeland, Boardwalk Empire y True Blood. Todas son buenas pero he sido capaz de dejarlas cuando considero que ya he visto suficiente. Si a mí me hicieran la famosa pregunta retórica ¿Qué serie te llevarías a una isla desierta si solo pudieras elegir una? Breaking Bad… y 6 Feet Under (A 2 metros bajo tierra, en español).
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