2013
Director: Steven Soderberg.
Actores: Michael Douglas y Matt Damon.

¿Por qué hablo de ella? Es un regalo inesperado que nos llega de un director que decía haberse retirado y que había estrenado otra película hace muy poco.  Que Matt Damon aparezca en una película de Steve Soderberg no es raro pero ¿Michel Douglas?  Enfin, una película que aparece de repente sin haber sido invitada y que, sin embargo, sorprende desde el primer momento.

¿De qué? Valentino Liberace podría compararse con nuestro español Raphael.  Un amanerado cantante popular ávido de fama que se mantiene en el estrellato durante largos años.  La película recrea el estilo personal de sus espectáculos, de una extravagancia multiplicada por la estética hortera de los años 70.  Todo nos es narrado desde el punto de vista de su amante, el joven Scott Thomson, de quien Liberace fue un veleidoso mentor.

¿Merece la pena? Es un biopic televisivo y, sin embargo, se me aparece como una historia tremendamente original. Hace una cosa que he criticado en otras ocasiones, centrarse en solo dos personajes aislándolos de su entorno y, sin embargo, resulta eficaz.  Matt Damon está bien, pero el papel de Michael Douglas es deslumbrante, una Vieja Reina Loca enamorada y caprichosa.  Juntos atraviesan las vicisitudes propias de una historia de amor, de cualquier historia de amor, marcada por la diferencia de edad y de nivel económico, pero no por el sexo.

El guión de la película lleva la firma de Richard Lagravenese, el guionista de El Rey Pescador, un escritor capaz de lo mejor y lo peor.  Yo diría que su trabajo en esta ocasión es relativamente convencional.  Lo que despega a esta película de la media es la interpretación de Michael Douglas, es seguro que le dará muchos premios.   Soderberg, por su parte, se mueve cómodamente en los teatros de las Vegas en que Liberace triunfa con sus espectáculos  y en los palacios horteras en que seduce sinuosamente al ingenuo Scott Thomson.  La narración es perfecta.  Solo me quejaría del gusto de Soderberg por una paleta de colores ocres parecida a la que ya usó en Side Effects.

Como cinéfilo, este es el tipo de proyecto que yo hubiera esperado de un director como Ang Lee, un director que se ha interesado varias veces por la vida homosexual.  Siendo Lee uno de mis directores favoritos me pregunto que hubiera hecho con este material.  Sin embargo, no ha sido Lee quien la ha dirigido, ha sido Soderberg.  Tengo que elogiarle por mantenerse en la primera línea de su profesión sin repetirse, apostando siempre por historias diferentes.


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Críticas en Rottentomatoes.

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